Un padre, su hijo y un partido de fútbol

Anoche volvía a casa y el vagón del metro iba cargado de aficionados del Real Madrid después de la exhibición de su equipo ante el Deportivo en el Bernabeu. Todo eran sonrisas tras la abultada victoria de los madridistas por 6 a 1, pero me llamaron especialmente la atención dos de ellos, un padre y su hijo. Sus ropas y bufandas empapadas dejaban claro que no habían estado en uno de los palcos ‘VIP’ del Teatro de la Castellana, pero sus caras reflejaban felicidad y no paraban de analizar el choque.

El hijo se regocijaba constantemente con los dos goles de Cristiano Ronaldo, cuya camiseta llevaba puesta; «Para los que hablan de que era un ansias y no estaba a su nivel» decía el joven de unos 20 años. También añadía: «Y también han estado geniales Özil,  Di María, hasta Higuaín, que no está muy católico últimamente». Era un aficionado totalmente hipnotizado por el Mou Team hasta que su padre le detuvo para recordarle el espectacular partido de Xabi Alonso, que dio todo un recital de cómo mover a un equipo, de cómo dirigir una ‘superproducción’.

Cristiano sació su hambre (foto elpais.com)

El padre insistía a su vástago que, de no haber marcado tan temprano en el partido (minuto 4) «otro gallo hubiera cantado», y los nervios habrían vuelto a los jugadores y sobre todo a la grada. No le faltaba razón a este hombre, que se secaba el pelo con su bufanda morada y negra. También es cierto que el Depor concedió excesivas facilidades; dista mucho del equipo que pudimos ver la temporada pasada y el puesto de Miguel Ángel Lotina empieza a estar en el aire.

Volviendo a esta curiosa pareja, se notaba que el joven era el más exaltado, y el padre, contento pero contenido, intentaba analizar algunos de los aspectos negativos del encuentro. «Mourinho se habrá cabreado bastante con el gol del Depor», comentaba. Al perfeccionista entrenador blanco no le gustaron las ocasiones que le hicieron a su equipo con llegadas desde las bandas, ni los balones perdidos en el centro del campo, pero sí la capacidad de basculación en ataque de sus chicos, de un lado hacia el otro del campo. Siempre guiados por Xabi, el Madrid atacó sin obsesionarse, con tranquilidad y rapidez al mismo tiempo, y la movilidad de los de arriba recordó a lo visto en el único partido ‘aceptable’ de la temporada ante el Ajax.

Juan Carlos cumplió su sueño (foto elpais.com)

Mientras padre e hijo continuaban su conversación, ya más calmada, por mi cabeza pasaba que se olvidaban un detalle, el debut del canterano Juan Carlos con el primer equipo, algo que casi con total seguridad no hubiese ocurrido de ser otro el marcador. El chaval lo intentó sin mucho éxito, pero todo es empezar y si le vio con desparpajo, ideas y bueno, el tiempo y Mou dirán. Otro detalle del partido fue el gesto  de Cristiano en la celebración del 6º gol, que recordó a la que hiciera junto a Kaka’ en Xerez el año pasado. Si el Madrid comienza a encontrarse a sí mismo y aparecen los resultados, que tango gustan a su entrenador, ¿Qué pasará con el hombre de los 68 millones de euros cuando se recupere? Como siempre, una incógnita.

La escena que anoche viví en el vagón de un metro me recordó que no hace mucho, un anuncio de TV proponía la idea de que un padre y un hijo disfrutasen del partido de su equipo desde el salón de casa, pues anoche esta pareja me demostró que nunca será lo mismo. Las caras de satisfacción de ambos, junto con sus ropas totalmente impregnadas de agua por la lluvia, así lo reflejaban. El poder del fútbol y la complicidad entre padre e hijo son un binomio que nunca debería perderse. La semana que viene, más.

Emilio Caballero

3 comentarios

  1. Me acordaré siempre del Real Madrid-Sevilla de la temporada pasada. Salí del vomitorio saltando y con el puño en alto, mientras mi padre me decía que siempre tenemos que ganar en el descuento. Bajé desde el cuarto anfiteatro hasta la calle loando a Van der Vaart mientras mi padre decía que había sido de churro, caminé hasta el coche que aquel día tuvimos que dejar en República Argentina narrándole a todo el mundo que me preguntaba por el partido aquella prodigiosa segunda parte mientras mi padre decía que no había sido para tanto. Pero cuando llegamos a casa se tiró dos horas hablándole a mi madre sobre el partido, emocionado. Y estoy seguro que ese padre hizo lo mismo, y esque el fútbol sin tu padre es menos fútbol.

    octubre 5, 2010 en 1:51 PM

  2. Simplemente: ¡Gran post!

    octubre 6, 2010 en 12:47 AM

  3. Daniel López

    Muy bueno Emilio, forma original y diferente de escribir la crónica del partido. Estoy de acuerdo contigo en que no es lo mismo el estadio que el salón… porque además del ambiente, la emoción, el frio de un partido en enero contrarrestado por el calor de la grada. Lo que pasa en un partido de fútbol no es sólo lo que acota una pantalla de televisión y hay muchos detalles del partido significativos y determinantes al final que sólo se pueden ver si estás allí.

    Un abrazo crack. Ya sabes que me debes una 😉

    octubre 6, 2010 en 5:30 PM

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